Adiós

Qué feo es aspirarte un saludo: acercarte, y en el mismo momento en que tu mejilla va a tomar contacto con la otra, respirar para llegar, porque como siempre sucede te queda lejos su altura; justo cuando a ella se le ocurre decirte las últimas palabras. Vos estás inhalando y te tragás sus perfumadas palabras. Ese olor a desayuno lejano, amargo. Sentís como se pierde dentro de tu cuerpo, te invade. Finalmente por un buen rato optás por no tragar.

No me quiero imaginar si no desayunó, y peor aún si lo reemplazó por un puro.
Por eso elijo no saludar.

Final

El fin: ¿En función de qué?

Finales que no se tienten con la muerte en si.
Finales que huyan de repetir el principio.

Irse simplemente de escena, y se acabó.
Irse sin pegarse a un evento de importancia.
Irse porque acá no me quedo; y te vas.

Ahora te hablo

Me apego al silencio,
prometedor de salidas.
Me atraen tus tiempos,
tu seducción continua.
Mis oídos sobresalen
Esperan todos los días algo,
algo que seguramente no va a pasar.

Silencio ensordecedor,
si pudiera me casaría con vos.
Imagino los lugares a donde me podrías llevar.
Lo único de lo que no creo estar segura,
es si durante el camino te hablaré

Los dedos se tientan

Si caminamos en una linea recta me tiembla mucho el dedo gordo, creo que se tienta y se quiere cruzar del otro lado.
Algunos se reprimen mucho, pero todos sabemos que las represiones son malas, a esos le termina saliendo juanetes;son ganas reprimidas.A otros muchos más impulsivos se les encarnan las uñas.Ni te cuento los que se doblan hacia adentro. Otros tienen hasta relaciones sexuales, y se sube uno arriba del otro, se los suele llamar "dedos promiscuos".
Luego del párrafo anterior puedo afirmarte,incluso jurarte, de que los dedos se tientan.